miércoles, 17 de diciembre de 2014

La madera hace un ruido que me recuerda a mis diez años
como una jaula abierta

Hace un ruido como la tapicería del coche 
y las cortinas de flores del salón

Este ser de madera que se hace ruido vive en mi mano izquierda
(tan antiguo como mis ojos de quita y pon)

Se deja volar por los labios
ellos tienen la culpa

El ruido se duerme cuando preludia risa 
por muy frío que se crea el aire

El ruido no ha vuelto jamás de casa 

Parece que fue hace horas cuando me subí a mi primer autobús sola y mi mano izquierda embotaba el aire de ruido, de ruido que estaba por llegar y aún no conocía de tierra ni de infancia.


1 comentario:

  1. Bonito poema Luna. Es como tener la semilla de una secuoya en la mano izquierda y a veces abrir la mano para escuchar, como a través de una caracola, los anillos creciéndonos el tronco sin saber cómo será pasar de semilla a raíz y de árbol a caducidad sin dejar de ser izquierda madera y ceniza. Un abrazo.

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