jueves, 6 de noviembre de 2014

Retrato

Ayer vi un gato atropellado en mi calle
seguro que en otro charco o en otra calle alguien se acariciaba el ego,
pero ese gato discutia con el suelo,
más como una advertencia que deja con la cara al descubierto a las aceras,
(siempre tan sucias y sinceras)

Esta mañana mi vecina y su perro ladraban
y me llovia como siempre,
pasé por la calle y el gato ya no estaba,
la tierra se lo habia tragado,
pero este aire que nos rodea es más oscuro todavía,
soy consciente de que los coches no atropellan gatos
se atropellan ellos mismos
y se quedan desperdigados por la tierra.

A ningún coche le da pereza atropellar a otros coches
que no tienen defensa alguna.

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