Son demasiados estímulos
Me habla la casa
Hasta los sofás charlan de lo que se estan perdiendo ahí fuera
Las paredes saben de magia y de humedad más que nadie
Estas dentro de un circulo cuadrado con cristales y luz caprichosa
Los cojines misántropos planean endurecerse para no sufrir daño a largo plazo
Los libros inquietos derraman miel y creen en nosotros
Todo el día leyéndonos
La caja en movimiento respirando a Elvis
No conocen cobijo, cada esquina teme a las otras y se adormecen
Pero si muevo los libros de sus estantes
Si le abro la jaula al aire para dejarlo escapar
Ya no parezco una extraña
Parezco la placa tectónica que se despereza y moviliza al resto
Algo naturalmente forzoso
Por eso hablan las ventanas y las sillas
Habla el fregadero y los platos sucios
Son demasiados estímulos
Pero pobrecitos nosotros
Los enfermos de energía
Que no conocemos otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario